HOJA PARROQUIAL 65

martes, 19 de septiembre de 2017

Después del paréntesis del verano un saludo afectuosos desde esta sencilla comunicación.
El perdón es sanador para el que perdona y el perdonado. Perdonar es comprender y compadecer. El Evangelio nos introduce en esta dimensión del perdón. No hay nada que perdonar cuando se comprende y se es compasivo. El que hace daño es porque está dormido y el que no perdona también lo está. Los dos están en la "cárcel". La propuesta de Jesús es clara: no perdonamos porque en realidad no nos sentimos perdonados. Disfruta de la comprensión y de la compasión de Dios sin límites.
Feliz Domingo